«Casi en vísperas del Domingo de Laetare (Domingo del “Alégrate”), cuarto de Cuaresma, volvemos a caminar de la mano de Eva de Dios para contemplar algunas de las obras más emblemáticas que guarda la Catedral, esta vez en un recorrido centrado en la Pasión de Cristo.
Las imágenes de Jesús Crucificado, las escenas de su Pasión talladas en las tablas de la sillería del coro, dentro del templo que se prepara para las 24 de adoración al Señor presente en el Sacramento de la Eucaristía, nos sobrecogen y nos sitúan ante el tremendo Misterio de la Cruz: Una Cruz que es “escándalo para los judíos, necedad para los gentiles”, pero para nosotros la salvación.
El drama terrible de la Pasión y la Cruz asumidas libremente por Jesús, Dios encarnado que se entrega por amor. La Pasión y la Cruz, que hablan del sufrimiento compartido, de todo el dolor del mundo redimido desde la misericordia de Dios.
Dentro de unos días, en los Oficios del Viernes Santo, se nos dirá: “¡Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo colgado el Salvador del mundo!”. Contemplemos, pues, la Cruz. Porque por la cruz se va a la luz; y la luz que desprende la cruz es una luz que nos juzga, no cegándonos, sino abriéndonos a una misericordia que siempre nos desborda.»
Crónica: Carmen Cano
Fotografías: Ángel Carazo

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